Avión hacía Geneve, el naranja es el color predominante en los aviones de easy-jet lo puedes ver cuando miras a lo largo del pasillo, en cada cabecera de cada asiento está el distintivo de la compañía.
Llevo un mes casi sin escribir en el blog, la verdad que no me apetecía escribir pero hoy necesito cerrar este viaje, necesito escribirlo, cerrar el círculo, para lograr pasar página, una de la páginas más duras de mi vida y que mejor título que el viaje sin vuelta. Este viaje acaba como empezó con muerte y tristeza, infinita tristeza.
Llegué el 31 de Diciembre, el día de nochevieja recibía una llamada de España, había muerto mi abuelo. En ese momento cambian mis planes y la nochevieja la paso viajando para poder llegar lo antes posible junto a mi familia.
Aunque esperada, la muerte siempre es dolorosa, lo que pasa que nuestro cerebro tiene la capacidad de admitir que “esto es así” que llega una edad y unas enfermedades que nos llevan lejos de los nuestros. Al fin y al cabo todo es cuestión de tiempo. Mi abuelo, luchador, trabajador y con un genio de líder nos dejó el día de nochevieja como con la intención de que no lo olvidemos nunca y así será.
Durante este mes se produce la tremenda tragedia de muerte de Haiti, algo que vemos y sentimos en la lejanía, un impacto social y emocional. Lo que ocurre es que vemos las cosas en la distancia de la noticia, como cuando miramos algo que está en otro mundo y no nos afecta, nos apena, nos hace pensar pero no destroza nuestra cadena de valores.
Cuando ya estaba preparando mi regreso, mi vuelta, cuando ya me había despedido de los compañeros para cerrar mi viaje, recibo sin duda la llamada que más me ha costado admitir de mi vida, esa llamada que tu cerebro no acepta como verdad, negando la dura realidad. Había muerto Yago, un compañero de trabajo, 38 años y toda la vida por delante. Repentina, cruel, dura, la muerte le llegó por sorpresa, en la cama, simplemente por error, seguro que fue un error porque no hay otra explicación. Probablemente le falló el corazón ese corazón tan grande que tenía porque Yago es de esas personas que cuando ves dices que gran persona, que grande es este hombre, que corazón. ¿Por qué demonios se lleva a los mejores?.
Horas antes de su muerte habíamos trabajado juntos en proyectos de desarrollo en V7, era la persona de la empresa que estaba desarrollando las aplicaciones internas de Velneo V7, se despidió con una genialidad como queriendo decir adios y mostrar lo grande que era. Como te echo de menos amigo, cuando un amigo se va algo se muere en alma, dice una canción, pero es cierto que algo te falta dentro de ti y que nada ni nadie podrá volver a llenar nunca, porque él nunca volverá.
La muerte cercana e inesperada es la más dura de admitir esa es una lección que nunca olvidaré, una lección que aprendí en este viaje que hoy acaba, un viaje que nunca olvidaré y siempre me acompañará. Este viaje que ojala nunca hubiera empezado y que jamás hubiera acabado.
Que descansen en PAZ.
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11 respuestas a «Viaje sin vuelta»
Pues si Alfonso. Casi no he podido terminar de leer tu post. Siento lo de tu Abuelo, que no sabía pero como tu dices, no es lo mismo cuando una persona tiene todavía toda una vida por delante.
A medida que uno se hace mayor ves estas cosas con mas naturalidad, pero solo cuando es gente mayor.
Cuando las cosas no son «Naturales», cuando los hijos no sobreviven a sus padres. Esos casos nos rompen todos los esquemas y nos rompen el alma.
Totalmente de acuerdo Miguel, cuando las cosas no son naturales rompen los esquemas. La muerte cercana e inesperada es la más dura de admitir
No estamos nunca preparados ni somos capaces de admitir la falta de una persona que estaba ahí, que veías pasar, que oías reír, que oías hablar, que miraba, que estaba ahí, no estamos preparados nunca para algo así…
Es duro, creo que no nos educan para la muerte, solo nos educan para vivir, ser felices, hacer felices a los demás, trabajar, ser educados, etc… pero para esto quien esta preparado? NADIE.
Lo que te hace esto es un vacio enrome, y te hace pensar que cuando quieres a alguien, hay que decirlo en ese momento, decir lo que te importa, lo humilde y lo grande que son cada una de las personas que estáis en mi vida, pq sino… nunca lo sabriáis.
Para esto nadie estaba preparado, y jamás lo estaremos. Gracias y siento tb lo de tu abuelo Alfonso.
Un abrazo muy fuerte
Estoy de piedra, he tenido que leerlo al menos tres veces… No coincidí mucho con él pero de verdad que tiene un gran corazón!
Y sólo puedo decir una cosa, lo siento mucho!
Mucho ánimo para su familia, mucho ánimo para toda la familia Visual.
Aunque ya lo hablamos, sólo puedo decirte que todos los que le conocimos sentimos lo mismo.
Siento también lo de tu abuelo, no lo sabía.
Ahora sólo podemos continuar y hacer que todo el esfuerzo que puso él en hacer de nosotros mejores personas, mejores profesionales, no quede en vano.
Aprovechemos para abrazar ahora a nuestros seres queridos, amigos, etc.
Un abrazo.
Amigo Alfonso:
Quiero enviarte cariño, mucho cariño, todos los abrazos del mundo, y que recuerdes a los tuyos para lo que necesites.
Sé que lo de tu abuelo debió ser mucho más duro de lo que hacías ver, la familia de cada uno es nuestra verdadera tierra, ahí están nuestras raíces.
Y respecto a Yago, me quedo con la tristeza de tu llamada, y cada recuerdo que nos hace ver lo grandes y lo insignificantes que podemos ser.
¡Mucho ánimo!
Simplemente ánimo amigo.
Hay que seguir hacia adelante. Por tí y sobre todo por ellos. Alguien dijo una vez que «los seres humanos morimos dos veces. El día de nuestra muerte y el día que muere la última persona que nos conoce». Ellos siguen muy vivos en ti.
Un saludo
Mucho ánimo Alfonso… lo que se diga en momentos como estos, nunca tiene el efecto que nos gustaría que tuviese.
Estamos aqui.
Un saludo,
Fran.
Gracias a todos, con el tiempo todas las cosas se asumen. Mucho ánimo para todos
[…] Volando, corriendo, rápido, sin pestañear, así pasó un 2010 lleno de emociones y situaciones. Acaba un año y empieza una década. El año de las pérdidas que empezó con noticias que jamás podré olvidar. […]