Hace muy poco uno amigo directivo de una compañia, me dijo que se sentía mal porque creía que solo ejecutaba acciones que decidían otros. La verdad que es me hizo pensar, le contesté que hoy día nos pasamos decidiendo acciones que están condicionadas por el mercado, la competencia, los empleados, la administración, ¿tenemos realmente libertad para decidir?, yo creo que hoy día estamos condicionados por factores externos que nos colocan en un camino, lo único que podemos hacer es elegir el sendero, pero los caminos nos lo marca lo externo.
No obstante, hay que ser valiente, y de vez en cuando salir de los caminos marcados por nuestro entorno, seguir los caminos es lo fácil, pero no te hará tener éxito, elegir un sendero único te puede hacer rico o dejarte en la miseria más absoluta.
Creo que eso es lo realmente bonito del poder, el riesgo, es como sentir el viento en tu cara cuando vas en una moto, la sensación de libertad. Para ir en moto o para coger un camino diferente al que me marca el sendero hay que ser un poco ignorante y no temer el riesgo. Creo que los grandes líderes no temen al poder del fracaso y son un poco ignorantes.